The Barbarians

PORTADA N10

 

The wait has been far too long.

Decades ago, New York was conquered by the labyrinths of Borges. Today, the city is inhabited by the detectives who crisscross its streets, and multiply themselves bearing the 2666 code stamped on their foreheads.

We have come full circle.

At some point, Language Departments in the United States harbored a small cluster of savages branded Spanish. They grew and survived multiple literary movements only to demonstrate what many already know: The Hispanic world has conquered the center; the Barbarians have taken control.

Many may have also heard that literature dawned in Macondo, and that Comala, Santa María, and Canudos are some of its magical cities. Like parasites, we leech onto New York to suck the blood out of the literature written in English and regurgitate it as the vital fluid that feeds the visceral realists, the swords, the libraries of Babylon, and the leaf storms. We are a work in progress and we have no limits. Much like some translations that outshine the originals, we improve with each new book.

In an accidental safari our witnesses crossed the Sonoran Desert and the miserable village of San Francisco de Sada. They founded Costaguana and continued on until they reached the streets known to Zavalita to reminisce about Riminis past or some undecipherable code hidden in the stories of Isidro Parodi, Mario Conde, and Beltenebros.

In the New York cold we recall the heat; in the numbered streets we walk every day, we call to mind the ones left behind named after our heroes. We know where to find the kingdom of Candaya and the Insula Barataria. We discuss politics and literature with passion and a coffee. We slip into the subway crowd to read among them. We know how to distinguish east from west but if given the choice, we invariably look south.

We are the barbarians, señores. We have arrived.

THE BARBARIANS 10, THE TRANSLATION ISSUE, WILL BE PRESENTED ON NOVEMBER 10, 7 PM AT MCNALLY JACKSON BOOKSTORE IN MANHATTAN.

Prologue to Los Barbaros 1, translated by Adrián Izquierdo*

 

*Special thanks to the students of my Fall 2016 translation class from the Translation Program at Hunter College

Los Bárbaros 10: The Translation Issue. 10 de noviembre de 2017

On November 10, Los Bárbaros will present its translation issue: a multilingual city translated into Spanish, edited by Adrián Izquierdo and the amazing translation program team of Hunter College/CUNY.

We are still accepting collaborations during the summer: shorts stories (no more than 600 words), literary nonfiction writing, and poetry. All the texts will try to represent the different languages spoken in New York. All the texts are going to be translated and published in Spanish.

The presentation in November, at McNally Jackson bookstore in Manhattan, will be a celebration of literature and translation.

The Barbarians hemos llegado.

Están todos invitados.

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PORTADA N10

El número 9: 31 de marzo de 2017

El 31 de marzo de 2017, a las 7 p.m. presentaremos el número 9 de la revista Los Bárbaros en la librería McNally Jackson de Manhattan. El número está dedicado a resaltar los vínculos entre el cine y la literatura. La carátula de Jorge Maita representa personajes de filmes reconocibles en el universo que conecta a Hollywood con el cine en español: Cantinflas conversando con Chaplin, Las criaturas de Guillermo Del Toro: El Fauno, Hellboy, Ofelia, los amigos Ernesto Guevara y Ernesto Granado que emprenderán un viaje por Latinoamérica (el tema del filme Diarios de motocicleta del director brasileño Walter Salles).

Hemos llegado a 2017. Los esperamos en marzo. Están todos invitados.

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Libros Bárbaros de 2016

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A pedido del director de Los Bárbaros, 19 de los brillantes autores que colaboran regularmente con nosotros aceptaron pasarle revista a los libros que más los impactaron durante el año 2016, en los géneros de narrativa, ficción y crónica. Acá les compartimos sus generosas impresiones. 


image1-1Este año leí The Year of Henry James, de David Lodge, una divertísima crónica sobre la aventura para escribir Author!, Author!, novela que trata de Henry James y en la que Lodge puso muchas esperanzas. Para su desgracia, ese mismo año Colm Toibin publicó otra novela sobre James, The Master, que salió unos meses antes, tuvo gran resonancia de crítica theyearofhenryjamesy fue finalista del Booker Price. Toibin, se convirtió en su «bestia negra». El tema, en sí mismo, parece de Henry James: dos escritores compiten por narrar los misterios de un tercero. Curiosamente, ambas novelas comienzan con el estrepitoso fracaso de James en el teatro, cuando trataba, al fin, de acercarse al gran público. De todo esto trata The Year of Henry James. Al final, con enorme sinceridad, Lodge reconoce que la novela de Toibin tuvo mayor éxito que la suya. Con el talante competitivo que hay en todo autor, dice que no ha querido leerla. Naturalmente, aproveché el 2016 para leer The Master y debo decir, para desgracia de David Lodge, que la novela de Colm Toibin es muy superior a la suya, una espléndida recreación de la vida, la mente y las emociones más personales de Henry James. Juan Villoro es mexicano. Es novelista, cronista, ensayista, narrador y dramaturgo.

image3 (2).PNGUno de mis libros del año es Cartón Fósil (La bella Varsovia, 2016), del poeta español Ignacio Vleming. Su autor tiene muy buen oído para la métrica y aguda vista para la pintura; de hecho, ha escrito bastante poesía sobre lienzos del Museo del Prado, que por algo es historiador del arte. Pero en Cartón Fósil, además, se dedica a explorar microterrores cotidianos a tcartonfosilravés de sus versos.
Otro libro destacable de 2016, y que además tuve la suerte de presentar en Madrid, es la novela El amo bueno de Damián Tabarovsky. La editorial argentina Mardulce imprime algunos de sus títulos en España y este fue uno de los elegidos. La novela comparte algunos gestos con la obra de César Aira, por ejemplo la constante evocación de la clase media, así como una pregunta que recorre toda la obra de ambos autores: «¿cómo seguir escribiendo?». Por último quiero mencionar un redescubrimiento que acabo de hacer, a pocos días del final de este annus horribilis: El conformista de Alberto Moravia (Debolsillo, 2010). Ya había leído al escritor romano en El tedio, pero en la novela que ahora leo, protagonizada por un hombre cuya máxima pretensión vital es ser «como todos los demás», la condición humana se nos presenta en tres dimensiones. Moravia logra introducir los grandes conflictos morales del individuo en acciones tan aparentemente inocuas como las travesuras infantiles de un niño que juega a cazar lagartijas. Mercedes Cebrián es española.  Es novelista y poeta.

image4-1Entre la cosecha de este año raro y agotador de 2016 hay dos libros que se quedarán conmigo creo que para siempre.

El primero está escrito por una joven escritora de Guinea Ecuatorial,Trifonia Melibea Obono. Se titula La bastarda (editorial Flores raras) y habla con tanto brío verbal como libertad novelesca de una historia de amor homosexual en la antigua colonia española, donde el amor entre personas del mismo sexo es considerada una herencia perniciosa y despreciable de los blancos. Cuando en una entrevista para ABC Cultural le pregunté cuál había sido el mejor legado de la colonización española dijo que «el español». A la pregunta de cuál fue el pfloresraraslabastarda.JPGeor, respondió: «el catolicismo».

http://www.abc.es/cultura/cultural/abci-trifonia-melibea-obono-espana-llaman-negra-guinea-euatorial-espanolita-201612121313_noticia.html

El segundo ya conoció una primera vida editorial, en la que cosechó elogios encendidos de, por ejemplo, Juan Goytisolo. Pero era una edición incompleta. La que he leído con avidez y deslumbramiento es la íntegra, que acaba de editar Trifolium: Nembrot (Transmigraciones y máscaras), del escritor orensano José María Pérez Álvarez, recoge toda la riqueza verbal, metafórica y sobre todo inventiva de este narrador que ha bebido de todas las fuentes de la literatura y hace de la peripecia vital de Horario, Bralt y figuras como la deliciosa y trágica Ofeliña en mi Vigo natal una aventura vital y literaria que se disfruta como uno disfrutaba cuando empezaba a descubrir que en la novela cabe todo, pero que es muy fácil estrellarse. Pérez Álvarez merece ser leído hasta los últimos posos. Alfonso Armada es español. Es poeta, periodista y director de la revista FronteraD.

image4Creo que el libro más bárbaro que he leído en 2016 es Eau Savage de Valérie Mréjen. En realidad era un encargo que yo le traía desde España a una amiga que vive en Nueva York. Me parece feo estrenar o manosear los libros ajenos pero, cuando iba en el metro, de camino a mi cita para entregar el libro, el túnel de Queensboro se me empezó a hacer larguísimo y no había cobertura de red como para meausavageirar tonterías en el móvil. Entonces encontré sitio para sentarme y… Al llegar a mi destino y verme la cara de entusiasmo, mi amiga me dijo que hiciera el favor de leerme el libro entero con tranquilidad, que ya se lo daría otro día.  Eau Savage está formado exclusivamente por frases que a lo largo de una vida dice un padre a su hija. Pero en estas frases de un padre particular están contenidos de alguna forma muchos discursos de todos los padres, todas las madres y todas las familias del mundo. Como acababa de regresar a Nueva York después de pasar el verano en España, para mí fue como encontrar una recopilación, una especie de “gratest hits”, de aquello que había estado oyendo cada día en casa: «¿Te organizas bien? ¿Cocinas para ti? ¿Qué te preparas cuando estás sola? ¿Comes en restaurantes? ¿Preparas arroz? ¿Haces la compra?». Creo que, además de la apuesta tan valiente que hace Mréjen al construir un libro únicamente a base de expresiones que podrían resultar tópicas, su gran valor está en haber sabido coleccionar con tanto tino esas prendas que son las narrativas y los formativa.jpgsentimientos familiares más usuales para contar la singular historia de amor entre un padre musulmán en París y su hija.

Este año, además, he estado muy chilena; me ha interesado y me ha divertido muchísimo leer Facsímil de Alejandro Zambra, No te ama de Camila Gutiérrez y La experiencia formativa de Antonio Díaz Oliva. También leí un libro de cuentos que me gustó mucho por su sencillez y el ambiente sutil de inquietud sobre el que están construidas sus historias; se titula La visita y es de Mariana Graciano.

Otro libro bárbaro que he leído hace sólo unos días es el poemario Malgastar de Mercedes Cebrián. Me encanta la forma de observar el mundo desde la españolidad, el humor y el detallismo de Mercedes. Como dice ella en ese poema en que una rodaja de chorizo español se cae de un bocata y mancha una beige y angloamericanísima moqueta, «bienaventurado el embutido graso porque él sí logra dejar huella». Sara Cordón es española. Es narradora y directora de la casa editorial Chatos Inhumanos de Nueva York.


image2Declive, Antonio García Ángel (2016). Antonio García Ángel vuelve a la ficción 7 años después y lo hace con una novela que se lanza a lo fantástico desde la pesadilla urbana.  A un enfermero que trabaja en un calldeclive center, de repente, en una noche, le crecen los pies. Pasa de calzar 38 a calzar 42. Es el inicio de un cambio que precipita al protagonista por un mundo de tedio y películas  de zombies con reguetón de fondo. Un mundo donde todo se inclina hacia la pérdida. Un gran regreso de García Ángel. Random House, Colombia.

El nervio óptico, María Gainza (2016). Con una prosa hipnótica, fina y precisa Gainza hilvana recuerdos de su vida junto a retratos, descripciones de cuadros desconocidos o pequeñas historias de los grandes de la pintura universal. Un hallazgo. Una pieza única. Un libro para leer, releer y regalar. Editado por Libros del Laurel, Santiago de Chile.

En pana, Martín Cinzano (2016). Un libro extraño, divertido e inusual. Una memornerviooptico.jpgia escrita sobre el capó de los distintos carros por los que circuló el autor. Otro título de Libros del Laurel de Chile, una editorial que está formando un gran catálogo continental.

La historia oficial del amor, Ricardo Silva Romero (2016). El libro de Silva Romero zambulle al lector dentro de la convulsa historia contemporánea colombiana. Mientras avanza el libro, el tiempo retrocede.  La historia oficial del amor es un libro inteligente que muestra las fracturas de la historia junto al amor de una familia. Alfaguara, Colombia.


Poética del cine, Raúl Ruiz (2013). Un gran trabajo de edición, compilación y traducción. Editado por Ediciones Universidad Diego Portales y traducido por Allan Pauls, es la primera vez que se conoce en español la monumental obra teórica del cineasta Raúl Ruiz, uno de los imprescindibles del cine latinoamericano.

La mano del pintor, María Luque (2016). El tatarabuelo de Luque fue el médico
que amputó la mano del pintor Cándido López después de la Batalla de Curupaytí. López registró la Guerra de la Triple Alianza en 52 cuadros diminutos que guarda el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. Una novela gráfica de la editorial argentina Sigilo que debería estar en la colección de cualquier amante del género.


Decapitado, poemas ilustrados de Medardo Ángel Silva, Humberto Fierro, Arturo Borja y Ernesto Caamaño  (2016) Magnífica edición de la Editorial Deidayvuelta de Ecuador de los poetas decapitados. La obra de los modernistas ecuatorianos puestos en el siglo XXI de la mano de cuatro ilustradoras: Sozapato, Claudia María Gutiérrez, La Suerte y Paula Bossio. Gabriela Alemán es ecuatoriana. Es novelista y narradora.

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Aquí hay libros por si ocupan

Las listas dedicadas a cantar los mejores libros del año son tan comunes en esta época como la intención de bajar un par de kilos en un futuro cercano. Consciente del fracaso al que nos condenan aquellas buenas intenciones me limito a recomendar un par de libros que se han quedado conmigo más allá del puesto que ocupen en algunas jerarquías. De antemano aviso que me di permiso de doblar un poquito el calendario para acomodar un texto del año pasado.
Es el caso del primero, el libro de cuentos Siete casas vacías de Samanta Schweblin publicado en el 2015 por Páginas de Espuma. Quizá sea una recomendación fácil, después de todo Schweblin ha sido premiada múltiples veces –el libro en cuestión recibió el Ribera del Duero– pero no le hace, sumo otra al boca a boca que merece por sus vueltassiete-casas inesperadas, la sencillez elegante de su lenguaje y el amor sin lástima con que están dibujados los personajes más difíciles de querer. Schweblin envuelve en la cotidianidad de sus relatos la posibilidad de una transformación: al lector le tocará recoger estos regalos sembrados en el silencio.
El segundo libro que mando al ruedo es Caja negra que se llame como a mí de Diana Garza Islas publicado en el 2016 por Bonobos. No pretendo ser la mejor lectora de este poemario, sin embargo y a mi defensa, pienso que renunciar a querer ser buen lector es esencial al aventurarse en sus páginas. Los versos de Garza Islas no son un delirio, no son nonsense, en todo caso, si hubiera que ponerles un mote sería (apropiadamente) un neologismo: allsense. Todo sentido, todo terreno. Las torceduras de la sintaxis y el corte circuito que previene la formación de sentido construyen la pulsión de esta poesía en constante retirada. Isabel Díaz Alanís es mexicana. Es narradora y cronista.

 
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Pájaros en la boca de Samanta Schweblin. Sus cuentos, tensos, sucintos, afilados como pequeños bisturís, diseccionan sin piedad dinámicas familiares y nos muestran algo que todos sabemos de algún modo: lo más terrible es muchas veces lo ordinario. No hace falta viajar lejos para encontrarse con lo ominoso y lo desconocido, es cuestión de convivir con una hija adolescente, apoyar a un primo deprimido, hacer un viaje rutinario de trabajo o hablar con un extraño en un bar. Schweblin utiliza lo fantástico para simbolizar y volver patentes los lazos enrarecidos, las dinámicas torcidas y los motivos oscuros que nos mantienen atados a quienes queremos.

Los ensayos de Eliot Weinberger en Algo elemental están estructurados en torno al asombro. Los guía, antes que el deseo de probar una idea o indagar ordenadamente en un tema, una insaciable curiosidad, una fascinación que no se ve aplacada sino estimulada por el conocimiento. En algunos textos académicos, los datos se convierten en un fardo que hace densa la lectura y vuelve solemne el texto. Aquí la erudición está colmada de un placer lúdico y sazonada, a la usanza de Jorge Luis Borges, con la fantasía y la invención. Quizá la importancia del asombro es lo que hace de éste un libro fronterizo que va y viene entre el ensayo y la poesía. Lo poético reside muchas veces en el orden que se le da a la información: como un curador, Weinberger distribuye y raciona sus comutaciones.pngnocimientos de formas sorprendentes, contrapone temas aparentemente inconexos y establece giros temáticos inesperados, reminiscentes de la tradicional volta del soneto inglés. En las matemáticas existe la premisa de que el orden de los factores no altera el producto; este libro luminoso e inusual demuestra lo contrario.

Las mutaciones
, de Jorge Comensal (Ediciones Antílope), hace honor a su nombre: se trata de una novela mutante, que logra desarrollar una variedad de temas y maridar tonos que rara vez se encuentran lado a lado en una misma obra. El libro es una exploración rigurosa del cáncer, ese gran fantasma de la modernidad; sin embargo, despliega un sentido del humor agudo y efectivo. El ritmo del texto es ágil y la trama avanza con rapidez por la vida de personajes entrañables; al mismo tiempo, el tono sufre en momentos clave una metamorfosis y se vuelve poético y la palabra, virtuosa. A pesar de que yo seguí de cerca la gestación y el desarrollo de esta novela (pues su escritor es también mi pareja) nunca deja de sorprenderme la impecable transición entre tonos disímiles. Si algunas novelas modernas son desabridas, difíciles de digerir y poco nutritivas, la de Comensal es, como los buenos platillos mexicanos, una obra sabrosa y llena de sustancia. Elisa Díaz Castelo es mexicana. Es poeta.

image9A Manual for Cleaning Women, de Lucia Berlin. Este es un libro de cuentos que se lee como una novela. O como una vida. Las mujeres que protagonizan estas historias parecen una sola, una que habita un país roto –Estados Unidos– que produce gente quebrada por la pobreza, el alcoholismo, la soledad. Es decir, la violencia cotidiana, la doméstica, la sistémica. Así y todo, los cuentos brillan y, muchas veces, el humor y la ternura atraviesan la miseria.

Voyage of the Sable Venus, de Robin Coste Lewis. Lewis exploró siglos de arte occidental y fue recolectando títulos de obras, entradas de catálogo y descripciones de muestras que tuvieran como objeto el cuerpo de la mujer negra. Con ese material –voyagevenussin alterar títulos ni entradas ni descripciones, solo jugando con la puntuación– escribió un gran poema, con varias secciones y una música espléndida, que hace evidente la violencia, el racismo, la misoginia que recorren nuestra cultura. En este poemario está el miedo al otro, el desprecio también. Y detrás de todo eso, la belleza. Brutal.


Respiración artificial, de Ricardo Piglia. Esta novela es sobre muchas cosas, pero sobre todo es acerca de cómo hablar de lo indecible sin nombrarlo, sobre cómo pensar y soportar “el horror del presente” entendiendo que se trata de un presente histórico. Ahora que el horror se extiende, se intensifica, sobre Estados Unidos y que cuesta entender el presente e imaginarse el futuro, se siente bien leer este libro. Aunque ahora lo necesario sea nombrar lo indecible, hasta el cansancio. Soledad Marambio es chilena. Es poeta y directora editorial de Brutas Editoras de Nueva York


image6Seleccioné tres publicaciones de poesía como los libros bárbaros 2016 dentro de mis lecturas de este año. El primero es Diario ínfimo (La isla de Siltolá, 2016) de Mercedes Roffé, un libro de gran cuidado lírico que nos conduce a las coordenadas del origen del acto de escritura, hacia la intimidad del verso, a su respiración. Se trata de un diario de viaje poético que es una invitación a recorrer la arquitectura del poema y su vida cotidiana. El poema desea narrarse, pero esta intención no lo condiciona a querer hacerse prosa, sino a descubrir los recovecos reflexivos del verso. El pálpito del poema es una pregunta sobre la vida y su transcurrir. En el fondo esa disección del mundo interior del poema es una pregunta por la experiencia, por el simulacro de ordenamiento que es una pugna de signos. También quiero destacar el libro Cráter, Danza (Calambur, 2016) de Olga Muñoz Carrasco, de cuya lecturdiarioinfimo.jpga no se puede salir ileso. Se trata de un canto a una geografía devastada, los cuerpos se transforman como si emularan abruptas transformaciones naturales o una masa en expansión que sale de sí misma para hacerse poema. El libro nos invita a recorrer un cráter dispuesto como onírica pista. Los poemas dibujan una prolongación kinestésica que se unge únicamente en la certeza de poder ser otro/a y alcanzar su más allá. Su propósito no solo es afianzar la sobrevivencia tras la explosión, sino anunciar la danza de lo vivo como la inmunidad frente al miedo. Asimismo, no puedo dejar de mencionar En un mundo de abdicaciones (FCE, 2016) de Victoria Guerrero, un poemario de cautelosa factura, donde la vida y la poesía entran en una lucha cuerpo a cuerpo, porque quieren devorarse mutuamente. El cuerpo (código de barras) aparece como imagen central que alude a un cuerpo codificado, que aguarda en la página de un libro que nadie leerá, un saldo, un resto cuya única fuerza es el tiempo. Esa energía que se acumula en los objetos antiguos dispersos en la casa roja, que aparece recurrentemente. Los poemas que abdican despiertan en esa casa, habitada por gatos de la guarda y la sombra de escritores que desgajaron la miseria, se entregaron al techo inmaterial de los versos y al malditismo (Rimbaud, Ginsberg, Martín Adán). De sus domicilios destartalados llegan al hogar de paredes encendidas, donde la voz poética los alimenta y les da de beber. Ethel Barja es peruana. Es poeta.

image8En poesia: Sagrado. Poesia reunida (2004-2016) mi libro. Fe de Bruno Pollack. Capital/Contracapital de Luis Enrique Mendoza. En un mundo de abdicaciones de Vicky Guerrero. En Narrativa: Orgullosamente solos de José Carlos Yrigoyen y El fuego de las multitudes de Alexis Iparraguirre. En ensayo-crónica: De donde venimos los cholos de Marco Avilés y El más crudo invierno de Mario Montalbetti.  Roger Santiváñez es peruano. Es poeta.

image2-2Entre mis lecturas del 2016, me gustaría recomendar Citizen (2014, Graywolf Press) de la poeta Claudia Rankine, un texto híbrido que combina la prosa poética, la cultura visual y la crítica social para ensamblar un potente texto que nos conduce por la experiencia ontológica y estética de la discriminación racial que impera en Estados Unidos. También, de las brumas de mis lecturas de este año, destaco Cockroaches (2016, Archipelago Books) de la escritora ruandesa, afincada en Francia, Scholastique Mukasonga, donde el lector puede hallar una estremecedora crónica, a ratos poética, otras veces casi minimcockroachesnewrh-200x250alista, de la infancia de la autora en Ruanda, incluyendo su exilio forzado a Burundi y el recuerdo de sus familiares asesinados durante el genocidio de 1994. También exploré la obra de Tomás Rivera, un autor que de inmediato me cautivó porque su obra es un homenaje constante a las clases trabajadoras migrantes de origen mexicano del sur de los Estados Unidos; aunque Rivera escribió sus libros en español, los descubrí en traducción al inglés ¾Rivera es considerado uno de los autores chicanos imprescindibles¾, títulos como The Harvest (cuentos), The Searchers  (poesía) y This Migrant Earth (cuentos) son textos que edifican su belleza literaria con base en la empatía, la simplicidad narrativa y el compromiso social. Esos son tres autores, y algunos títulos, que descubrí durante el año 2016. Francisco Laguna Correa es mexicano. Es narrador.

image1-2No había leído a Marguerite Duras, solo la conocía en la ficción de Enrique Vila Matas. Antes de volver a Nueva York tras las navidades del año pasado, mi querida Lara, que ahora vive a cinco minutos de mi casa en Brooklyn —¿este exilio transatlántico… será contagioso?—, me regaló El amante. Lara decía que le recordaba a mí, tremendo elogio. Duras presenta una de esas subjetividades de mujer tan difíciles de encontrar en ningún canon: sólida, compleja, algo distante, amable a ratos, a veces odiosa, llena de contradicciones. Va de una jovencísima protagonista francesa, de familia colonial venida a menos, que se enreda en una aventura con un rico hombre chino. La familia mal, pero solo a ratos; ella que nunca se sabe si lo quiere o no; él a rastras con sus propias ataduras culturales… Al final se trata de sacudir hasta que duelan todos los prejuicios y las convenciones morales con las que nos abrigamos del frío a diario; incluso el amor, incluso, ¡oh! la feminidad. Y hablando de volar ficciones sociales por lo
los_pichiciegoss aires, es sabido que todos los países tienen sus grandes relatos bélicos, dignos sucesores del género épico que engordan el orgullo de las naciones. Pues yo, que un día no podía más de teoría crítica, me puse hace unos meses con Los pichiciegos de Rodolfo Fogwill. En la guerra de las Malvinas, un grupo de jóvenes desertores habita, no lejos del frente, debajo de la tierra. A medio camino entre la utopía y la distopía, un hermoso y crudo homenaje a los traidores a las malas patrias. El agujero de los pichis es algo así como la tumba del renegado desconocido. Haría las delicias de Benedict Anderson (y respondería a algunas de sus mejores preguntas). Pues eso, en 2016, literatura contra las buenas costumbres. Natalia Castro Picón es española. Es narradora.


image1-3Los libros más interesantes que he leído en 2016


1. Los rendidos. Sobre el don de perdonar. De José Carlos Agüero. IEP, 2015. Este texto comienza como un testimonio sobre la violencia política pero que llega mucho más lejos. Se plantea preguntas que pocos se atreven a plantearse –que van más allá de lo judicial y de lo político para acercarse a lo humanístico– y que muchos menos se atreven a tratar de responder desde su propia vida, desde sus propias familias y desde sus propios sentimientos; en suma, desde sus más hondas vulnerabilidades. Al contrario de lo que podría parecer por el título, el texto no pide perdón. Más bien trata de explicarendidosr en qué consiste perdonar y de mostrar lo difícil que es emocional y racionalmente semejante emprendimiento. El estilo, hecho de fragmentos de ensayo, autobiografía y texto académico, expresa tanto la dificultad de plasmar estas experiencias mediante la escritura como la urgencia del autor por compartirlas, aun a precio de su propia inmolación. Es uno de mis libros para entender el Perú.   2. De dónde venimos los cholos. De Marco Avilés. Seix Barral, 2016. Avilés pertenece a la ‘escuela’ de crónica de la revista Etiqueta Negra. Su pluma es excelente. El volumen reúne una serie de textos publicados, como dice el autor, «por aquí y por allá». Y se propone como una aproximación a ser cholo en el Perú mediante el uso de la crónica de un modo que resuena con las crónicas del Inca Garcilaso, tanto en su intento de explicarse a sí mismo qué es ser cholo como en sus relatos de viajes por lugares terriblemente aislados del Perú. El escritor inicia su recorrido reconociéndose cholo pero no en términos poéticos o políticos sino discriminatorios, la forma más común y nociva en que se manifiesta la choledad en el Perú, y desde ahí leemos sus viajes. Aunque la propuesta se debilita en algún texto, el conjunto ofrece una perspectiva vital y honesta de abordar un tema que en sus tensiones y contradicciones define al Perú. 3.Voces de Chernóbil. Crónica del futuro. De Svetlana Alexievich. Penguin Random House, 2015. El texto está compuesto por muchos testimonios recogidos por la autora de las personas que padecieron los efectos directos de la tragedia de Chernóbil de 1986. Los efectos fueron terribles en sus aspectos tecnológicos y burocráticos –dos de los ruvoces-de-chernobilbros que definirán nuestras vidas hasta nuestra muerte o hasta el fin de la civilización como la conocemos, lo que pase primero–. Hay belleza en este texto feroz. La belleza del gesto de solidaridad de la autora: la primera en ir donde estos cientos de personas y
preguntarles qué pasó y cómo se sienten y tomar notas y publicarlo a pesar de todo. Y al leerlo, aquí, lejos de las ruinas radiactivas, compartimos la fe detrás de su gesto: que nuestra lectura hará sus tragedias un poco menos estériles, un poco menos solitarias. José Gabriel (Benny) Chueca es peruano. Es narrador y editor de la revista ProLogos de Nueva York.

image1-5A manual for cleaning women, de Lucia Berlin: me han entusiasmado estos relatos breves, con tanta vida dentro, con tantas historias de mujeres, con tantas vocfacsimiles sugerentes.
Facsímil, de Alejandro Zambra: un libro original, divertido, inteligente, o cómo hacer literatura con la plantilla de un examen.
La vuelta al dia, de Hipólito G. Navarro: la vuelta al cuento de un maestro. Vuelve con su humor de siempre y un punto triste que asoma y lo hace más tierno. Un lujo, volver a leerlo. Nuria Mendoza es española. Es narradora.



image8-1Tres libros de poesía y uno de ensayos han marcado mi año de lecturas. Los encuentro notables por motivos distintos que, sin embargo, permiten contrastar sus logros y sus limitaciones. Dos fueron escritos en español, dos en inglés; tres son de poesía, uno de ensayos. Son Garden Time de W.S. Merwin; Simio meditando (ante una lata oxidada de aceite de oliva) de Mario Montalbetti; Procesos autónomos de Manuel Fernández; Confabulations de John Berger.

Merwin es un poeta estadounidense de larga trayectoria. Fiel a una tradición americana de la que él es figura fundamental, los temas de su poesía son profundamente personales, el tono es confesional y su retórica es coloquial, lo que hace sus poemas accesibles a pesar de no ser necesariamente fáciles––gardentime.jpguna característica que emparenta su escritura con los textos de su fe budista. Aquí traduzco un poema del libro, ‘Voces sobre el agua’: “Hay espíritus que vuelven a nosotros / cuando hemos crecido a otra edad / los reconocemos recién cuando nos dejan / los recordamos cuando no podemos escucharlos / algunos de ellos vienen de los cuerpos de pájaros / algunos llegan inadvertidos como el olvido / no recuerdan vidas anteriores / y hay todavía voces distantes que esperan encontrarnos.” Merwin abre un espacio para reflexionar sobre los límites de la existencia humana, motivado por la pérdida––el avance de la ceguera que significa de alguna manera la desaparición de la realidad––en el contexto de un mundo natural que ahora necesita ser cultivado.


Los poemas de Montalbetti continúan su exploración del lenguaje y sus límites para representar la realidad. A diferencia de Merwin, cuya voz sentimos cercana, la voz de los poemas de Montalbetti se ha caracterizado siempre por una distancia emocional que hace posible una precisión exenta de lirismo. Con sensibilidad etnográfica, los poemas de Montalbetti se aproximan a la naturaleza humana regalándonos epifanías inesperadas: “soy un animal abrumado // he renunciado a la religión / al alcohol a las rutinas de trabajo // he renunciado a mis privilegios / me rasco” dice el simio en la última de las cinco series del libro.

Si el libro de Montalbetti parece ser hijo de su razón pura, el de Fernández parece alumbrado no por él sino por la historia, en una encrucijada de voces provenientes de discursos dispares: la sociología, la historia, la lingüística, pero también la poesía, la cultura popular, documentos de partidos políticos, discursos del General Velasco… Es un libro profundamente político que sin embargo trasciende la política y elabora no simio_portadaun poema sino un campo poético. Su realidad es multiforme, coral y, al mismo tiempo, brutalmente entrañable. Una educación sentimental y, al mismo tiempo, una educación política (y viceversa) que nos da la única lección necesaria en estos tiempos: aquello que creemos poseer es transitorio. Lo que le dice al protagonista una voz de mujer, él nos lo dice a nosotros: “No te acostumbres, Manuel”.


John Berger cumplió noventa años el 5 de noviembre. En su larga vida ha sido pintor y dibujante, novelista, poeta y crítico de arte. Su último libro combina todos esos registros (como ha hecho ya antes) y nos presenta una serie de meditaciones al mismo tiempo inactuales y comprometidas con el presente. Como Merwin, Berger se acerca al final de su vida con lucidez y propósito. Marxista de la variedad británica, su visión del mundo ha estado siempre imbuida de un empirismo que lo ha preservado de la tentación totalitaria. Todo en su obra, incluso sus momentos más filosóficos, son relatos, probablemente porque lo más importante para él ha sido siempre la presencia de seres concretos. Estos once ensayos son intentos, no de encontrar respuestas sino de preservar en escritura aquello de lo que el paso del tiempo amenaza con despojarnos: el sonido de una voz (Cesaria Evora, Yasmine Hamdan), la calidez de una luz (el verano en Suecia), la presencia fantasmal de un amigo muerto. El último ensayo se titula, precisamente “Cómo evitar un estado de olvido”. De los cuatro, este es tal vez el libro más habitado, el más cálido y abierto. Como un abrazo. Fernando Velásquez Pomar es peruano. Es poeta.

image6-3Dos libros peruanos releídos este año para mis exámenes comprensivos:

Adios Ayacucho (1986) de Julio Ortega. Su crítica a la perenne y violenta mirada antropológica en varios tipos de personajes peruanos, narrado desde la perspectiva del negado, pero lleno de sarcasmo, sujeto andino, me pareció contra-normativamente alucinante.

Otro libro releído fue La Sangre de la Aurora (2013), de Claudia Salazar Jiménez. La narración de la violencia interna peruana desplegada desde el eco de voces femeninas, me pareció un performance de memoria celebrable en especial desde el contexto de las manifestaciones sociales que se han dado este y el año pasado en el Lima, sobre los derechos reproductivos y el caso de las esterilizaciones forzadas. Desde mi punto de vista, las narraciones de las protagonistas en esta novela reactivan, trasmiten y/o descubren afectos sobre el cuerpo de la mujer que la subjetividad colectiva peruana tiene que ver(se) y discutir(se). Natalia Chamorro es peruana. Es narradora y editora de la revista PróLogos de Nueva York.


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Los libros bárbaros de 2016

Un libro que me gustó leer este año fue What’s Eating Gilbert Grape del escritor norteamericano Peter Hedges. Es un libro de ficción publicado en 1991. Siempre había querido leerlo porque toca temas que me interesan: el hogar, los conflictos familiares, la adultez, la dificultad de la realización personal, y cómo es vivir con un hermano enfermo. En el libro se cuenta la historia de la familia Grape que vive en el pueblo de Endora, en Iowa. El narrador de la novela, Gilbert, un joven veinteañero, cuyo padre se suicidó, ocupa el rol paternal en una casa donde los platos sucios se amontonan en el fregadero. La madre es una bola de vicios: fuma, come desmedidamente, y no puede moverse porque es muy obesa. Una de las hermanas, Amy, la mayor, ocupa el rol de la madre. El hermano menor, Arnie, es un milagro andante: sufre de deficiencia mental y, a pesar de los pronósticos médicos, sigue vivo. Son los hijos los adultos en esta historia, al menos tratan de serlo. Gilbert, el mayor de los hermanos, pretende que todo está bien ante la gente del pueblo, pero por dentro, siente todo lo contrario. Ama a su hermano Arnie pero también logilbert.jpg odia y quiere golpearlo. Trabaja como empleado en un supermercado para mantener a su familia, pero lo que quiere realmente es irse de Endora y liberarse de toda esa esclavitud. La culpa y el miedo se comen a Gilbert por dentro.

Otro libro que me gustó leer fue La invención de Morel del escritor argentino Adolfo Bioy Casares. Es una novela de ficción publicada en 1940. Trata sobre un fugitivo que se refugia en una isla desierta para no ser encontrado. Está contada a manera de diario por el fugitivo, un escritor venezolano. Para su sorpresa la isla está habitada por turistas y él pasa el tiempo escondido, observándolos. Se enamora de uno de ellos, de una mujer a quien bautiza como Faustine. Cuando se entera de que toda esa gente son en realidad proyecciones transmitidas por una máquina inventada por un científico llamado Morel, el fugitivo hace todo lo posible por estar al lado de Faustine. Sabe que ella es sólo una proyección, que murió hace mucho, pero no le importa y sigue en su rol de perseguidor. En otras palabras, el fugitivo se enamora de un fantasma, de una mujer que ya dejó de existir. Ese es uno de los aspectos que me gusta mucho de la novela porque revela una verdad. El objeto amado como un ser fantasmal. Juan Bernardo García es peruano. Es narrador.

image7-1Cuentos por teléfono.

Giannni Rodari, es uno de los escritores italianos más emblemáticos de la literatura infantil y juvenil del siglo XX. Cuentos por teléfono, recopila las historias  de paso del comerciante Bianchi. De alguna manera él quiere mantener la cercanía con su hija quien estaba acostumbrada a que le contaran historias antes de dormir, por eso la llama  por teléfono y le narra un cuento sorprendente, simpático y curioso. Por los altos costos de las llamadas de larga distancia, sus cuentos son breves. Eso no es problema, pues si alguien tiene imaginación para contar es el señor Bianchi de todo lo que observa en los pueblos que visita. En la mayoría de los relatos que le cuenta a su hija hace giros ingeniosos para  abrazar el amor, la solidaridad y la crítica social.  Como bien lo diría en uno de sus cuentos, donde juega con las palabras y nos hace llamados de atención ¨Maraqui, barabasqui, pippirimosqui¨ lo que quiere decir: ¨Que felices somos de estar en este mundo¨. Así de simple. No te parece? Quizá estos cuentos me inspiren a escribir cuentos por Skype o Facetime.cuentostelefono

La historia Interminable.

Michael Ende, de Alemania sorprendió con esta novela juvenil que a la fecha ha sido leída en más de 30 idiomas. Este año decido leerla por segunda vez. Quizá por curiosidad, en la época que la leí era una adolescente, y aunque me encantó, en mi adultez la disfruté y no perdí ninguno de los detalles de la historia. Esta novela fue llevada a la gran pantalla con gran éxito, sin embargo, su lectura va mucho más allá que la cinta cinematográfica, porque la lectura nos abre dimensiones que nos asombran a nosotros mismos. Temas que siguen siendo cotidianos en pleno siglo XXI como el  bullying, el desapego del padre hacia su hijo, la soledad, los miedos por la apariencia personal, el olvidarnos  de disfrutar de las cosas más sencillas y sublimes, perder a nuestros seres queridos a temprana edad, nos impide en ocasiones darle sentido a la vida con matices de ternura, tolerancia y respeto a las diferencias e inclusive a los cambios. A través de un recorrido insospechado  Bastian y Atreyu, vivirán aventuras asombrosas donde el valor, la confianza y la esperanza serán sus mejores aliados. El reino de Fantasía es ese lugar al que en algún momento de tu vida real querrás salvar. Todos tenemos un reino de fantasía, entra con Bastian al desván oscuro de su colegio y enciende una vela para leer a gusto como él y darle a tu lectura un toque de magia que no perderás por mucho tiempo, te aseguro que esa llama se la pasarás a tus hijos y nietos, por algo es la historia interminable.

Las aventuras de Huckleberry Finn

El escritor estadounidense Mark Twain, escribió una novela con sentido del humor, conmovedora y con sentido crítico. La amistad es fundamental en esta obra literaria, pues rompió paradigmas, tener como amigo a un esclavo prófugo, era impensable. Aquí la lealtad era un valor genuino. Huck era un pequeño bribón que cuando tenía oportunidad recordaba a su amigo Tom Sawyer, un chico de mejor posición económica habilidoso y de gran ingenio. Huck era maltrado por su padre y este lo mantiene en cautiverio hasta que logra escaparse y se encuentra con Jim un esclavo quien era perseguido. Ambos emprenden un viaje en balsa por el río Misisipi, sus aventuras serán una más portentosa que la otra. Al final de la novela se reencuentran con Tom, con un giro sorprendente Twain mantendrá al lector interesado hasta el último momento, y pensar que hablamos de una novela del año 1885 y yo la leí en el 2016. Así de maravillosa es la literatura. Omira Bellizzio es venezolana. Es poeta, promotora de lectura y directora de «Secretos del taller de Omira».  

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(Mis) libros salvajes 2016

POESIA  Poetry Comics from The Book of Hours (2016), de la joven y talentosa poeta y artista visual Bianca Stone, de Brooklyn/Vermont. Combina la palabra con la imagen, en trazos imaginativos e intensos que por su factura onírica me recuerdan al universo pictórico de Leonora Carrington. El tono a veces irónico a veces grave de los poemas, de impecable factura también, expresan la Zeitgeist de su generación de una manera inteligente, inquietante.

NARRATIVA  El fuego de las multitudes (2016), del escritor peruano Alexis Iparraguirre, colección de cuentos escritos con una prosa fluida y delirante, presta para diseñar a sus extraños personajes, instalados en paisajes distópicos, como juegos (im)posibles de la imaginación. Una fresca brisa que rebasa los límites de la (falsa) dicotomía entre escritores criollos y andinos con que se ha solido discutir el derrotero de la ficción contemporánea en el Perú.

CRÓNICA-ENSAYO  Campo Santo (2005), libro póstumo del escritor alemán W. G. Sebald, que reúne en la primera parte cuatro extensas crónicas del autor a partir de una visita a la isla de Córcega. Su mirada crítica, su prosa extensa y demorada, con torsiones en la sintaxis que complejizan el sentido, me seduce con tanta intensidad como su ficción (Austerlitz, 2001) o su poesía (Across the Land and the Water, 2011).

Por otra parte, una autora a la que he (per)seguido de cerca este año es a la canadiense Anne Carson, de la que he leído seis libros en total: Decreation; Nox; Autobiography of Red; Glass, Irony & God; Nay, Rather, y The Albertine Workout. Un Taller de Poesía en torno a su obra y el modo en que ésta irradia sobre los escritores de las Américas, fue la excusa perfecta para hacer el recorrido, viajando permanentemente entre los géneros con ella, de la poesía al guión al ensayo a la traducción al libretto, seducida por su inteligencia y la belleza con que labra cada palabra en su lengua. Se ha dicho ya y es cierto: Anne Carson es una clasicista que al mismo tiempo afilia a la tradición poética del Modernism, expresión anglófona de la vanguardia, que cifra su atención en la potencia de la imagen -de ahí el nombre que le da el cogollo al grupo, Imagismasí como en la capacidad lúdica del poeta, su modo de entregar esa –nueva- mirada sobre la realidad, caleidoscópica, como quien hace girar las seis caras del cubo sin cesar. En su obra Safo meets Catulo meets T. S. Eliot. Una voz sin duda fundamental. Mariela Dreyfus es peruana. Es poeta y profesora de la Maestría de escritura creativa en español de New York University (NYU)

Los Bárbaros 8 en The Bronx Library Center

El sábado 15 de octubre a las 4 p.m. leerán en The Bronx Library Center, New York Public Library (310 East Kingsbridge Road, Bronx NY 10458) algunos de los escritores publicados en el número 8 de Los Bárbaros: Almudena Vidorreta, Teodelina Basavilbaso, Lena Retamoso, Miguel Rodríguez, Benny Chueca, Rojo Robles, Gus Jiménez, Gabriela Constantin-Dureci, Juan B. García, Omira Bellizzio y Ethel Barja. Esperamos poder contar con su presencia.

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La ensayista Jazmina Barrera en La Trova neoyorquina

Los invitamos a escuchar el episodio 5 de La trova neoyorquina, el podcast que dirige la periodista y poeta Teodelina Basavilbaso. Desde los antiguos estudios de Williamsburg, Barrera nos habla de su obsesión con el ensayo, las ediciones de Antílope en México, los premios literarios que le han permitido escribir, además de su experiencia viviendo y estudiando en Nueva York.

Los Bárbaros 7/ Antología de literatura fantástica y ciencia ficción

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Sara Cordón lee un fragmento de su cuento «Lo conservable» durante la presentación en el Graduate Center del número 7 de Los Bárbaros.

El pasado 13 de mayo presentamos en el Graduate Center CUNY el número 7 de Los Bárbaros. Hubo gran asistencia de público. La presentación estuvo a cargo de Alexis Iparraguirre, nuestro editor invitado. Leyeron Sara Cordón (en la foto), Mariana Graciano, Héctor Celis y Rodrigo Miranda.

El número 7 está a la venta en este enlace.